jueves, 31 de enero de 2008

El Rincón del Crítrico Literario: hormigas

El tándem formado por los escritores Jouni Sorvari y Harri Hakkarainen (pseudónimo de las colaboraciones entre Ray Harrihausen y Kimi Räikkönen) ha demostrado, una vez más, que si existe algo en este mundo de mierda que ellos conozcan y sepan analizar con parsimonia y detalle, eso son las hormigas. Sus letras insertadas en el Ecological Entomology, 32:6 (707-711), en diciembre de 2007 bajo el título Wood ants are wood ants: deforestation causes population declines in the polydomous wood ant Formica aquilonia (Las hormigas de la madera son hormigas de la madera: la deforestación causa un descenso en las poblaciones de la hormiga de la madera policálica Formica aquilonia, para los bastardos incultos que no saben usar Google Translate), no hacen más que glorificar su desmesurada sabiduría sobre estos pequeños insectos negruzcos, con patas y antenas que solo sirven para hacer películas de dibujos animados y que los niños se diviertan pisándolos... ah, y que un puñado de entomólogos apocados los estudien.

Como sólo me he de ceñir a la forma y no al fondo de la obra, diré que ésta es de tamaño A4 y apenas 3 hojas a doble cara. Pero como soy un rebelde redimido y apenas alcanzo a comprender el significado del verbo redimir, me aventuraré a una larga discusión sobre el contenido y no el continente (que es Europa).

Para empezar, el título hace una clara alusión a otras obras de éxito de estos autores, como puedan ser Las hormigas rojas son hormigas rojas, Los formícidos son formícidos o, abordando temáticas menos conservadoras, Las termitas son termitas. Todas ellas publicadas en la colección infantil ¿Qué son los animales? de la editorial Editar, bien vale un duro.

En la obra, los autores, investigadores del Departamento de Biología de la Universidad de Turku, en Turku (Finlandia), hacen especial hincapié en que cualquier correspondencia dirigida a ellos sea enviada a Norwich (Reino Unido), lo cual denota cierto sentimiento de vergüenza de su origen o una clara intención de evasión de impuestos.

El cuerpo central de la obra hace referencia a las terribles consecuencias de la cada vez más habitual tala de bosques con arenques. A los animales forestales, no adaptados al pestilente aroma arenquil, no les queda otra que huir o suicidarse en Masa. Masa es una pequeña población de Finlandia que destaca por tener un precipicio seco de doscientos metros de altura con trampolín fijo, y la tasa más elevada de suicidios del país, vaya casualidad.

Volviendo al tema que nos atañe, los autores ya demostraron anteriormente que la hormiga Formica aquilonia no soporta vivir junto a los arenques. El resultado del 100% de hormigas muertas tras un periodo de 10 horas dentro de una pecera de arenques fue concluyente, para las hormigas. Resultado que se repitió en los experimentos con monos, gatos y elefantes, pero no con ballenas ni submarinos nucleares.

Según leí por ahí, las autoridades de Turku han decidido paralizar la importación de arenques para evitar la pérdida de biodiversidad, con el inconveniente de que ahora los árboles han de talarse de nuevo con motosierra, que como todo el mundo sabe es un sistema muy contaminante por el CO2 que emite.

Y como veo que me he vuelto a alejar de la interesantísima novela de Sorvari y Hakkarainen, contaré un chiste:

Van dos arenques por un bosque cuando uno le dice al otro:

-“¡Cuidado, un!”... chof!

-“¿Qué?”... chof!

Sí, ya se que no es exactamente así, pero de la otra manera no tenía tanta gracia.

jueves, 24 de enero de 2008

Pensamientos de un Diseñador poco Inteligente (e hijo): Bienaventurados los que pueden ver.

El otro día estábamos Zeus y yo pinchando estrellas gigantes rojas, por eso de las supernovas que son muy bonitas, y me preguntó qué tal llevaba lo del diseño de nuevas especies.

La verdad es que ahora apenas me dedico a ello, de vez en cuando hago alguna ligera modificación y ya está. Recuerdo perfectamente cuando era un ingenioso, perfeccionista y atrevido diseñador. Qué tiempos aquellos. De mi brillante mente surgían a todas horas afilados acantilados, enormes océanos profundos, criaturas de lo más variopintas, unas con dientes, otras voladoras, otras con muchas patas, con aletas, peludas... ahhh... qué recuerdos, el inicio de la creación.

Muchos me criticaron injustificadamente. Decían que la mayoría de mis creaciones animales y vegetales eran defectuosas y al cabo de unos cuantos miles de generaciones acababan extinguiéndose. Envidiosos. Ellos apenas creaban nada, y cuando lo hacían no eran más que cosas raras que desaparecían casi al instante. A ver ¿cuanto duraron las arpías? ¿eh? ¿Y los pegasos? ¿eh? ¿cuanto? Además, que tan solo eran copy-pastes de mis sublimes creaciones pasadas por el Creatorshop. Malditos plagiadores. Y encima me critican. Lo que pasa es que son unos todopoderosos de tres al cuarto... Buda, Zeus, Odín y los demás. No tienen alma de artistas.

Ja, ja, ja! Recuerdo cuando les dejé con la boca abierta al ganar aquel concurso de animales tuneados. Todos quedaron asombrados ante mi genial creación, el Ornitorrinco. Ni basiliscos, ni unicórnios ni mantícoras. Ja, ja! La cara que puso el arcángel Rafael cuando le dije: “Rafa, tráeme un pato, un castor, un bicho de aguijón venenoso y un diplodocus, que hoy me siento inspirado”. Sí, iba a ponerle cola de diplodocus, pero se me acabó el hilo de coser, así que me limité a cortarle la cola al castor (la de más atrás). Je, je... qué ocurrente que era entonces.

Lo que más me duele ahora es toda esa panda de listillos, esos evolucionistas de pacotilla que niegan mi intervención en la creación de especies. Alegan fallos en algunos diseños, como lo del maldito nervio ocular que ha de pasar a través de las células receptoras. Si ellos supiesen lo complicado que es colocar toda esa maraña de nervios de manera ordenada sin reventar el globo ocular. El tiempo que hay que dedicarle para que no queden cables sueltos y todo funcione bien. Además, por aquella época andaba muy ocupado diseñando otras cosas de mayor interés como para dedicarme a tareas tediosas y complicadas, así que el diseño del ojo se lo dejé a mis ángeles becarios. Y claro, tenían sus límitaciones. Ya tendrían que darse con un canto en los dientes esos patanes científicos anti-yo por tener ojos que ven. Que no se quejen tanto, que podría haber sido peor. Mira los topos o los murciélagos. Tuve que acoplarles sistemas de percepción alternativos ante la cagada de los becarios. Y de las plantas, ¿que me decís? Ni siquiera tienen ojos!!! ¡Cria humanos! Malditos hijos de puta.

lunes, 21 de enero de 2008

El Rincón del Crítrico Literario: examen

Dado que a casi todos los blogeros les está dando por comentar libros, yo, contra todo pronóstico, también lo voy a hacer. Ante todo hay que ser originales.


El texto de mi primera crítica literaria lleva como título Today’s multiple choice exam: (a) gene duplication; (b) structural mutation; (c) co-option; (d) regulatory mutation; (e) all the above (Versión traducida no disponible, pero viene a ser algo así: Examen de elección múltiple para hoy: (a) duplicación de genes; (b) mutación estructural; (c) co-opción; (d) mutación reguladora; (e) todas las anteriores), de Todd H. Oakley, publicado en Evolution & Development (9:6, 523-524), 2007.

A pesar de que en el artículo no lo indica, Todd Oakey, de la Universidad de California-Santa Barbara, debe de ser profesor. Un título tan explícito hacia los exámenes de test no lo pondría nunca un albañil ni un barbero. Obviando que ni un albañil ni un barbero escribirían en condiciones normales un artículo sobre genética del desarrollo.

Tras este gran ejemplo de inteligencia detectivesca propia de Sherlock Holmes o Torrente, paso a hacer una crítica más profunda, ahondando en aspectos más sutiles.

El texto se lee bien, la negrita y el gran espaciado entre letras ayudan a una lectura cómoda.

Evidentemente la respuesta es la (e), que engloba todas las posibilidades. Porque no tiene sentido poner en entredicho a respetables científicos al obligarlos a elegir una respuesta de entre 5 sin saber la pregunta. Bueno, sí tiene sentido, pero es una cabronada. Además, en el dado me ha salido un 5... Yo tuve una profesora de genética que nos hacía exámenes de test... Era una cabrona. Por las respuestas falladas nos restaba puntos. Yo optaba por no contestar ninguna para sacar un aprobado raspado. Fue muy injusta. Lo lógico hubiese sido que partiendo de una nota de 5 sobre 10, las respuestas falladas restasen y las acertadas sumasen en igual cantidad. Si no respondes a nada, sacas un 5. Si fallas todas las respuestas sacas un 0, y si las aciertas todas un 10. No lo hizo así. Cabrona. Además era fea. Y tenía voz de pito. Hija de puta. Mecagüentusmuertoshijadeputamalnacidaque...

...

...

... ... (respiración profunda)

...

... Ya estoy más tranquilo.

...

Si el contenido del artículo no fuera de pago habría hecho un gran comentario, pero por culpa de la maldita sociedad liberal-capitalista que nos invade (y los profesores de genética que nos oprimen con exámenes de test), el pobre Todd Oakley no podrá disfrutar de la mejor crítica que le hayan hecho (la mía, no vayáis a creer que era otra).

viernes, 18 de enero de 2008

Pensamientos de un Diseñador poco Inteligente (e hijo): Odio a Malthus.

Estos humanos me traen de cabeza. ¿Qué se han creido? ¿Qué pretenden hacer? Aquí el que envía las plagas soy yo, que para eso soy el creador. Recordad lo de Egipto, eso sí que estaba bien hecho, con cuidado, esmero y cariño, sobre todo cariño. No sé porqué salieron todos despavoridos de sus casas, con el amor que había puesto yo en ello. Bah! Desagradecidos.

Pero ahora han organizado su plaga propia. Tengo humanos por doquier, ya no sé qué hacer con ellos. He probado con nuevas enfermedades, con desastres naturales (que se me dan muy bien), pero ellos siguen ahí, reproduciéndose y aumentando exponencialmente su número. Creo que con lo de creced y multiplicaos fui poco específico. Yo me refería a que lo hicieran de una forma moderada. Constante, pero moderada. !Cría humanos!

Y si al menos se limitaran a ser muchos, pues estaría bien, incluso sería divertido. Pero el problema es que se están cargando al resto de la creación. ¡Mis montañas, mis ríos, mis animalitos, mis plantas, mis bosques que tanto me costó hacer! Trabajo de chinos eso de hacer bosques, hacer cada árbol y ponerlo en su sitio, con mucho cuidado para que no le caigan las hojas, así hasta cubrir extensas superficies. Se lo están cargando todo. Yo ya no sé que hacer ¡Una solución quiero!

Además, ya estoy viejo, no me salen los castigos como antes. Y esos humanos son más listos que el hambre. Se me resisten. Ahora hago una nueva enfermedad y a los pocos años ya han descubierto una cura, creo terremotos, volcanes o lluvias intensas y, o bien me las detectan con tiempo para huir, o bien se hacen las casas resistentes a mi ira. Y las plagas de insectos, desde que descubrieron el DDT me las intoxican todas. Malditos, no debí darles tanta inteligencia.

El otro día Odín me sugirió otro diluvio, pero ¿de donde saco yo ahora tanta agua, con la sequía que hay? Me estoy planeando muy seriamente llamar al servicio de Desinsectación, Desratización, Desinfección y Deshumanización de la empresa Cuatro Jinetes, S.L. Dicen que usan un sistema humanicida muy potente y a prueba de resistencias. Deriva del que se usó, muy eficazmente, contra los dinosaurios. Claro que aquello fue accidental. Yo no pretendía matar a todos los dinosaurios. Solo quería deshacerme de los más grandes y molestos. Me equivoqué con la dosis.

En fin, al menos se autorregulan de vez en cuando con sus guerras y mal reparto de recursos, que si no...

Pensamientos de un Diseñador poco Inteligente (e hijo)

Dado mi reiterado abandono del blog (mira que intento actualizarlo, pero siempre ocurren cosas imprevistas e importantes como jugar al ordenador, leer, escuchar música, hablar por teléfono, que impiden que le pueda dedicar tiempo), he optado por aceptar colaboradores que den vidilla a este diario mensual, a veces anual y últimamente trimestral.

A partir de hoy prestaré este espacio de la ciberesfera a un viejo, muy viejo, amigo, de todos conocido, y a su hijo (y tal vez también a su mascota, una paloma). Dado que es muy tímido y no se deja ver mucho, me enviará sus tribulaciones y las de su hijo y yo las publicaré en esta nueva sección llamada “Pensamientos de un Diseñador poco Inteligente (e hijo)”.